El Cabildo de Tenerife continúa su colaboración con los canarios que viven en el estado de Luisiana (Estados Unidos), intensificada a raíz del paso del devastador huracán Katrina en 2005. La relación de la Corporación insular con los descendientes de los pobladores canarios se remonta a 1996 y, desde entonces, ha sido permanente a través del envío de obsequios de artículos tradicionales a las tres asociaciones canarias que existen en este estado.
El presidente del Cabildo, Ricardo Melchior, ha mostrado siempre su interés y sensibilidad con estos primeros pobladores canarios de los alrededores del Mississippi, con los que ha estado en contacto, sobre todo tras el paso del huracán Katrina que destruyó varias zonas de Estados Unidos, entre ellas el Luisiana.
Tras este desastre, las asociaciones de canarios de Luisiana perdieron gran parte de los objetos y recuerdos que conservaban (trajes tradicionales, libros, banderas, sombreros, artesanía, etc), por lo que desde Tenerife se impulsó el envío de material para reponer estas pérdidas. Asimismo, Ricardo Melchior propuso a la Federación Canaria
En los últimos años, desde el Cabildo de Tenerife se ha hecho llegar a las tres asociaciones –dos de ellas ubicadas en la parroquia (municipio) de San Bernardo y otra en Baton Rouge- objetos, obsequios y recuerdos que conforman la tradición de las Islas.
Celebración anual
Recientemente, las asociaciones de canarios celebraron la fiesta de los isleños, que se celebra con carácter anual por estas fechas. Esta fiesta, organizada por la Asociación Los
Cientos de personas ataviadas con el traje típico de las Islas saborean papas arrugadas, potaje, mojo canario y otros productos de la cocina canaria. Tampoco falta el folclore de las islas. De hecho, todos los años un grupo del Archipiélago visita a los isleños para hacer una demostración de los bailes y canciones populares. Este año fue invitado el grupo Antiguo Coros y Danzas del municipio grancanario de Agüimes.
A la fiesta también asistió una amplia representación de la vida política, social y religiosa de San Bernardo y los medios de comunicación de la zona cubrieron el acontecimiento como algo destacado dentro de la vida cultural del sur de Luisiana.