
Este video se proyecta dentro de un espacio de vidrio, con chapas perforadas, pantalla, dispositivos acústicos y un banco, desde donde se observa la grabación hecha en la Isla. Esta caja negra tiene unas dimensiones de 250x420x282cm.

Para el director artístico de TEA, Javier González de Durana, “producir obra artística es una de las tareas más importantes que se puedan llevar a cabo desde este museo, pues establece una relación de apoyo activo al creador. TEA no debe limitarse a mostrar obras de arte ya hechas, sino también debe hacer posible que existan, que se convierta en realidad lo que, si no fuera por su intervención, quedaría en mero proyecto, como en el caso de Grasso”.
La Asociación para la Difusión Internacional del Arte Francés (ADIAF) busca con el Premio Marcel Duchamp la difusión internacional del arte francés. El galardón, que se concede en colaboración con el Centro Pompidou y la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (FIAC), se destina siempre a un joven artista residente en el país galo que trabaje en el campo de las artes plásticas y visuales.
El jurado otorgó este galardón a Laurent Grasso (Mulhouse, 1972), al considerar que la obra deja en el aire una ambigüedad entre lo visual y lo real, utilizando las tecnologías para alcanzar su objetivo. Las imágenes e instalaciones de este trabajo denotan una inquietante extrañeza que pone en riesgo la evidencia de los sentidos, una característica que ha empleado habitualmente este artista en otras ocasiones.
Los diferentes trabajos de Grasso han sido expuestos en escenarios tan destacados como Espace Paul Ricard, Galerie chez Valentin, Cinéma des cineastes y Boutique Agnès, todos ellos en París; Villa Medici y Galleria Extraspazio, en Roma y Hong Kong.