Una iniciativa denominada Renderflow massive computing ha sido distinguida por el Cabildo Insular con el Premio Tenerife Emprende 2008, cuyo principal objetivo es promover entre los jóvenes la creación de nuevos proyectos empresariales.
Tras un exhaustivo estudio de los proyectos, el jurado concedió el primer premio a la iniciativa presentada por Rodrigo López. El segundo premio recayó en la propuesta de Tomás Martín y Tamara Jiménez Granja de insectos, control biológico y asesoría ecológica mientras que el tercero correspondió a la iniciativa Centro Especial de Empleo sobre Actividades Artísticas Acentejo.
El consejero insular de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo, Efraín Medina, destaca que la filosofía de esta convocatoria "es incentivar a los jóvenes emprendedores para que desarrollen sus ideas de negocio, a la vez que contribuyan a la creación de puestos de trabajos estables y a diversificar la economía de la Isla".
La dotación económica de estas distinciones se cifra en 3.600, 1.800 y 600 euros, respectivamente, en concepto de premio. Además, para la puesta en marcha de los proyectos los dos primeros galardonados dispondrán de una subvención del Cabildo que puede ascender hasta el 50 por ciento de las inversiones correspondientes y cuyos importes máximos serán de 45.000 euros, para el primero, y 15.000 euros, para el segundo.
Rodrigo López es el titular de la iniciativa ganadora de la presente edición de Tenerife Emprende. Su propuesta consiste en crear un centro de datos, con una capacidad de cálculo masivo, que ofrezca servicios relacionados con contenidos en tres dimensiones, que pueden ser de mucha utilidad tanto por los profesionales de la arquitectura como en el caso de producción de películas.
Tomás Martín y Tamara Jiménez, promotores del proyecto galardonado con el segundo premio, pretenden crear una granja donde, por un lado, se crien insectos controladores de plagas que atacan a los cultivos de las Islas y también lombrices californianas, que se comercializarían posteriormente por su función para el reciclaje orgánico y la obtención de abono. La empresa también ofrece formación y asesoramiento en agricultura ecológica, control de plagas y educación ambiental.
Por último, Silvia Gómez, merecedora del tercer premio, presentó un proyecto encaminado a la creación de un centro especial de empleo dedicado a la producción de piezas decorativas de cristal o cerámica. Los trabajadores de esta empresa serían, en su mayor parte, personas con discapacidad.