lunes, 27 de octubre de 2008

El Ayuntamiento de Santa Cruz reducirá el impuesto de circulación a los turismos menos contaminantes

El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, a través del proyecto ‘Santa Cruz Sostenible’, ha elaborado una propuesta para la modificación de la ordenanza reguladora del impuesto de circulación sobre vehículos de tracción mecánica con el objetivo de aplicar bonificaciones en el pago de este impuesto, que podrían alcanzar incluso hasta un 75 por ciento en aquellos turismos que contaminan menos y que más eficientes energéticamente.
Esta iniciativa fue presentada en la mañana de hoy por Miguel Zerolo, alcalde de Santa Cruz de Tenerife; Ángel Llanos, primer teniente de alcalde y concejal de Economía y Hacienda; Ilda López, concejal de Calidad Ambiental; Ángel Isidro Guimerá, concejal de Ciudadanos de Santa Cruz; Gloria Rivero, portavoz del Grupo Municipal Socialista; Tomás Azcárate, responsable del proyecto ‘Santa Cruz Sostenible’; y Cristóbal Núñez, secretario general de la Federación Regional Canaria de Empresarios Importadores y Concesionarios de Automóviles (Fredica).
La norma entrará en vigor el próximo año y persigue incentivar la renovación del parque móvil actual al fomentar la adquisición de vehículos energéticamente más eficientes y menos contaminantes  por parte de los ciudadanos. Además, con ese cambio, también se busca mejorar la calidad del aire al disminuir las emisiones de gases contaminantes y teniendo en cuenta que el transporte es una de las fuentes de contaminación atmosférica más importantes en las ciudades. De esta forma, la reducción del consumo de los recursos fósiles al impulsar la adquisición de vehículos más eficientes también mejorará la calidad de vida de los ciudadanos.
Esta nueva ordenanza fiscal, a partir de la actualización de las tarifas para turismos, propone la bonificación de los vehículos más ecológicos y respetuosos con el medio ambiente para los siguientes casos:
Caso 1.- Bonificación del 75 por ciento sobre la cuota y durante seis años desde el momento de la adquisición a todos aquellos turismos que utilicen energías alternativas, como es el caso de la energía eléctrica y/o electrolítica, así como a todos aquellos vehículos provistos de motores que hagan uso exclusivo de gas metano, electro-metano, gas natural comprimido metanol, hidrógeno u otros derivados vegetales.
Caso 2.- Los turismos de eficiencia energética A ó B se beneficiarán de una bonificación del 75 por ciento durante seis años desde el momento de su adquisición si emiten menos de 120 gramos de dióxido de carbono (CO2) por kilómetro (gr CO2/km).
Caso 3.- Una bonificación del 50 por ciento, durante seis años desde el momento de su adquisición, para los turismos de eficiencia energética A ó B cuyas emisiones de dióxido de carbono (CO2) sean superiores a 120 gramos por kilómetro e inferiores a 140 gramos por kilómetro.
Caso 4.- Todos aquellos turismos de eficiencia energética A no incluidos en el punto anterior disfrutarán de una bonificación del 25 por ciento sobre la cuota durante seis años desde el momento de su adquisición.
Normativas y ordenanzas
El tráfico está considerado como uno de los principales problemas ambientales urbanos, tanto por la contaminación acústica como por la emisión de gases contaminantes, entre ellos el dióxido de carbono (CO2) como producto de la combustión de los carburantes. De ahí que sea importante que las políticas municipales incorporen acciones dirigidas a la resolución de esos problemas. En este sentido, son esenciales las acciones destinadas a cambiar nuestro parque automovilístico. Uno de los caminos es que los ciudadanos opten por el vehículo más adecuado en función de sus necesidades en cuanto a tamaño y potencia pero, además, que en este proceso de selección sean capaces de elegir el vehículo más eficiente, es decir el que consuma menos combustible y emita menos dióxido de carbono.
Una de las posibilidades para fomentar este cambio es a través de las ordenanzas municipales y, en este caso concreto, a través de la ordenanza municipal del impuesto de vehículos de tracción mecánica, tomando como referencias legislativas la Ley 24/2007 de calidad del aire y protección de la atmósfera y el Real Decreto 837/2002, de 2 de agosto, que aprueba una clasificación de los turismos en función de su eficiencia energética y por el que se adapta el derecho interno español a la Directiva Europea 1999/94/CE.
Por una parte, la Ley 24/2007 de calidad del aire y protección de la atmósfera aprobó la entrada en vigor del impuesto de primera matriculación donde los coches con mayores emisiones de dióxido de carbono, y por tanto los más contaminantes, sufren un aumento del impuesto que llega hasta el 14,75 por ciento en función de si emiten menos de 120 gramos de dióxido de carbono por kilómetro, si emiten entre 120 y 160 gramos, entre 160 y 200 gramos y, por último, si emiten más de 200 gramos de dióxido de carbono por kilómetro recorrido. Esta actualización del impuesto de primera matriculación ha sido considerada por los expertos como una fiscalidad ambiental con verdaderos criterios ecológicos.
Por otro lado, el Real Decreto 837/2002 aprueba una clasificación de los turismos en función de su eficiencia energética que, a su vez, tiene en cuenta el consumo de combustible y las emisiones de dióxido de carbono de los turismos nuevos que se pongan a la venta o se ofrezcan en arrendamiento financiero en territorio español. El encargado de realizar dicha clasificación fue el Instituto de Diversificación y Ahorro de la Energía (IDEA), que elaboró una guía a partir de una base de datos que se actualiza semestralmente con la información facilitada por la Asociación Española de Fabricantes Automóviles y Camiones (Anfac) y la Asociación Nacional de Importadores de Automóviles, Camiones, Autobuses y Motocicletas (ANIA-CAM).
En dicha guía se presenta una clasificación de los turismos combinando sus datos de consumo de combustible y emisión de dióxido de carbono, la cilindrada que poseen y el tipo de combustible que utilizan. Así, para cada turismo seleccionado se dispone de la marca, modelo, versión, consumo de carburante, emisiones de dióxido de carbono y la clasificación por consumo relativo. Esta información ha sido utilizada para elaborar un estudio que ha permitido realizar la propuesta de bonificaciones que, finalmente, ha sido aprobada por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.