martes, 2 de septiembre de 2008

Cabildo y Ayuntamiento acometerán obras de urgencia

para evitar el deterioro del templo masónico


La corporación insular solicita a los responsables municipales la elaboración del

plan director del templo, al objeto de poder ejecutar su rehabilitación y definir su uso


El Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de Santa Cruz se comprometen a llevar a cabo las obras de urgencia que eviten que el templo masónico continúe deteriorándose. Las primeras medidas se pondrán en marcha una vez que la corporación municipal remita al Cabildo el proyecto que recoja las actuaciones más apremiantes que consisten en el saneamiento del tejado del inmueble para preservarlo de futuros daños.

Esta fue una de las conclusiones alcanzadas por el coordinador general de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo, Cristóbal de la Rosa, y el concejal de Patrimonio del Ayuntamiento de Santa Cruz, Alfonso Soriano, en el transcurso de la visita efectuada hoy [martes 2] a este edificio, ubicado en la calle San Lucas de Santa Cruz.

Cristóbal de la Rosa mostró la sensibilidad de la corporación insular en recuperar este emblemático edificio, que fue declarado monumento Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Canarias en noviembre de 2007. De la Rosa y Soriano coincidieron en agilizar los trabajos necesarios para que el templo pueda ser rehabilitado lo antes posible. Para ello, De la Rosa solicitó la elaboración del plan director del edificio, a partir del cual se podrá comenzar a trabajar en la recuperación definitiva del inmueble y en la definición de sus diferentes usos.

Construido a principios del siglo pasado bajo un proyecto del arquitecto Manuel de Cámara, el templo masónico fue inaugurado en 1904 y, actualmente es el único que se conserva en España de estas características. Tras el levantamiento franquista, el inmueble fue expropiado por el Estado y adscrito al Ministerio de Defensa. En la década de los 90 fue cerrado y, posteriormente, en 2001, fue adquirido por el Ayuntamiento de Santa Cruz.

El inmueble consta de tres niveles organizados en diferentes dependencias. En la planta baja, se encuentra el vestíbulo o “pasos perdidos” que antecede a la sala de sesiones. Tiene forma rectangular y su puerta de acceso desde el vestíbulo aparecía flanqueada por dos columnas, cómo una réplica alegórica de las del templo de Salomón. Los muros están divididos por pilares estriados, y los antiguas pinturas que decoraban las paredes no se conservan, ya que fueron repintadas en los años 80. Del templo originario se mantiene el suelo original y propio de las logias, con baldosas en forma de ajedrez.

En la cabecera de la sala destaca un podio precedido de tres escalones y antiguamente separado del resto de la nave por una balaustrada desaparecida. A la izquierda, una puerta da paso a otro módulo por el que antiguamente accedían al templo desde la denominada “cámara de reflexiones” los que cumplían con el ritual de iniciación y se incorporaban a la logia. En la actualidad, el acceso se encuentra cerrado por una plancha de cemento y madera. Desde el vestíbulo hacia la izquierda figuran otras dependencias que pudieron tener un uso como biblioteca.

Desde la parte derecha del vestíbulo surge una escalera en madera, de doble recorrido, que conduce al piso superior, donde se encuentra la Sala de Banquetes, situada sobre el vestíbulo y con ventanas a la fachada principal. En el último nivel están las dependencias para invitados, que posteriormente fueron destinadas a dormitorio de tropa.

En cuanto a la fachada, se encuentra ligeramente retranqueada respecto a la calle y se articula en tres cuerpos, rematándose por un frontón triangular en cuyo tímpano aparece representado el “ojo radiante” o simbolización del Dios masónico. Dos columnas flanquean la puerta principal prolongándose en los dos primeros cuerpos.